La semana pasada estuvimos en Rota visitando a la familia; fuimos a pasar unos días que fueron estupendos la verdad. Y eso que el tiempo no acompañaba...
Cuando llegamos en la habitación parecía que habían venido los reyes, nos tenían preparada una sorpresa enorme con cositas que habían ido comprando y preparando para la llegada de la pequeña Marina.
Hay batones y jerseys que en su momento fueron mios o de mi hermano! y que por supuesto muy gustosa usará Marina, que para eso los hizo su abuela Margari con todo el cariño del mundo :)
Tambien hay una mantita de lana que me encanta y que para mí tiene mucho valor sentimental, pues está hecha por mi Lela, que dejó parte hecha para un poncho de lana que se estaba haciendo para ella y que no llegó a terminar.
Mi madre la terminó para que pudiera tener una toquilla de mi abuela, pues sabe que me quedó esa espinita de que me quedara sin una mantita hecha por ella.
Bueno y ahora a lo que iba... que esto poco tiene que ver con el titulo de la entrada jajajaa
Estos días estando en Rota, para variar no paramos quietos levantandonos para ir a hacer recados, y pasando con la familia todo el tiempo posible.
Todo era normal, excepto mis tobillos, que poco a poco empezaron a hincharse y a desaparecer para dar paso a dos pies regordetes y adormilados... tenía esa sensación de cosquilleo como si se quedaran dormidos y cuando Cris me daba masajitos para ponerme la crema anti inflamatoria me dolían bastante la verdad; era como si estuvieran masajeandote un cardenal... muy agradable vaya... -_-
Por la noche, estando sentada con mi madre en el salón, una de las veces que se levantó para ir al servicio me preguntó si no tenía ganas de hacer pis... y le dije que no tan tranquila.
Mi madre extrañada me dijo que no era normal, en el tiempo que llevábamos sentadas ella había ido 3 veces a hacer pis y yo como si nada, cuando estando de 6 meses debería estar en el aseo constantemente por el peso de la niña en la vejiga. Ahí fue cuando me di cuenta de porqué tanta hinchazón... era cierto apenas había hecho pis 3 veces en todo el día... O_o
A la mañana siguiente mis tobillos seguían igual, los zapatos no me entraban e incluso los pantalones me los notaba mas justos y estaba incomoda con ellos...
Y ahí empezó mi nueva obsesión; bueno mas que mía de mi madre, pero yo la he adoptado como buena hija obediente jajajaja
Como con el embarazo no puedo tomar diuréticos, mi madre se empeñó en que en vez de agua tomara zumo de piña natural (sin azúcar, que no es bueno abusar) y que todos los días tengo que comer espárragos, para obligarme a ir mas al servicio.
Al volver a casa, pasamos por el super a por el suministro de litros de zumo de piña natural, a por botes de espárragos y por supuesto a por latas de piña en su jugo...
Tengo que reconocer que si que hacen efecto, estos días estoy haciendo muchas visitas al aseo y la hinchazón está desapareciendo; pero en contra diré que me salen los espárragos por las orejas y el sabor a la piña va a acabar saliendo por los poros de mi piel jajajaja; si soy una exagerada pero es que no sabéis que lote!!!
Nada mas levantarme... un zumito de piña con las pastillas y las vitaminas; antes de almorzar media latita de espárragos, en la merienda zumito fresquito de piña y si entre horas me da sed, mas zumito también... y la otra mitad de los espárragos en la cena...
Además mi suegra que se ha enterado también me hace comer diuréticos vegetales y el sábado en el almuerzo en mi plato de puchero abundaba el apio; por supuesto me dieron sandia de postre que dicen que tambien ayuda... jajajajaa
Menos mal que mi metabolismo es algo lento; porque ya me estaba viendo yo todo el santo día sentada en el retrete jajaja
De momento continuaré con mi lucha para hacer pis al menos hasta acabar con el suministro de diuréticos naturales que tengo en la despensa jajaja ya os contaré como va la cosa :)
Un besito con sabor a piña ;)
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